El Parlamento Europeo aprueba el nuevo reglamento contra la morosidad
¿Qué es la morosidad?
La morosidad en el tráfico mercantil se refiere a la demora o incumplimiento en el pago de las obligaciones financieras derivadas de transacciones comerciales entre empresas o entre empresas y Administraciones públicas. Este fenómeno ocurre cuando una parte (el deudor) no paga las facturas dentro del plazo acordado, generando problemas de liquidez y financieros para la otra parte (el acreedor). La morosidad puede afectar gravemente la salud financiera de las empresas, especialmente de las pequeñas y medianas empresas (pymes), que dependen de flujos de efectivo constantes para operar.
Esta situación es común en diversas transacciones mercantiles, como la venta de bienes, la prestación de servicios o la ejecución de contratos. Las consecuencias de la morosidad incluyen el aumento de los costos financieros debido a la necesidad de buscar financiación adicional, la pérdida de competitividad y la reducción de la capacidad de inversión y crecimiento de las empresas afectadas.
Europa contra la proliferación del fenómeno del impago
El Parlamento Europeo ha aprobado un nuevo reglamento destinado a regular la morosidad en las transacciones comerciales, tanto de empresas como de Administraciones públicas en la Unión Europea. Esta norma será finalmente ratificada tras las negociaciones entre el Consejo de la Unión Europea, el Parlamento y la Comisión, conocidas como el Triálogo, una vez finalicen las elecciones previstas para el 9 de junio.
Proceso de Aprobación y Factores de Influencia
Según la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM), la rapidez con la que se aprobará el Reglamento dependerá en parte del Gobierno húngaro, encargado de promover el acuerdo en el Consejo, y de las posturas de países como Alemania, Francia y Holanda. Estos países, que no enfrentan graves problemas de morosidad y buscan evitar trámites burocráticos adicionales, se oponen a su aprobación.
Impacto de la Morosidad en las Empresas
Antoni Cañete, presidente de PMcM, señala que la morosidad no solo disminuye la competitividad, sino que también aumenta la incertidumbre y reduce la participación de las pymes en la contratación pública. Asimismo, incrementa las necesidades de capital circulante, los costos por tiempo invertido en reclamar a los deudores y los gastos de financiación.
Problema Sistémico en la Economía de la UE
La morosidad en el pago de facturas es un problema sistémico para la economía de la UE, afectando a empresas de todos los sectores y estados miembro, y de manera especialmente grave a las pymes, que dependen de flujos de efectivo regulares y previsibles. Las grandes empresas tienden a aplazar los pagos, generando pérdidas millonarias a autónomos y pymes, quienes deben endeudarse para mantener la liquidez, una situación agravada por el aumento del coste del dinero.
Detalles del Nuevo Reglamento
Independientemente de su tramitación final, el nuevo reglamento será obligatorio y limitará el plazo de pago de facturas a 30 días, con dos excepciones:
- Se podrá ampliar hasta 60 días con consenso entre comprador y vendedor, y si es necesario un periodo de certificación, como en la construcción.
- Los fabricantes de productos de baja rotación, como juguetes, joyas, equipamiento deportivo o libros, tendrán 120 días desde la recepción de la factura para su pago.
Flexibilidad y Facturación Electrónica
El reglamento concede flexibilidad para extender el plazo hasta 60 días si es beneficioso para ambas partes. También promueve la facturación electrónica, que ayuda a reducir los plazos de pago y proporciona una prueba fiable de la fecha de recepción de las facturas en caso de litigio.
Recargos y Sanciones
Aunque la normativa no incluye un régimen sancionador, establece recargos obligatorios para cubrir los costes administrativos y de cobro de los acreedores:
- De 100 a 1.500 euros de factura: 50 euros.
- De 1.500 a 15.000 euros: 100 euros.
- Más de 15.000 euros: 150 euros.
Además, se impone la obligación de aplicar un porcentaje de intereses de demora, determinado por los Estados miembros, al cual el acreedor no podrá renunciar.
Compensación de Deudas y Supervisión
Para las administraciones públicas, se permitirá compensar cualquier deuda del acreedor con la Administración. Los Estados miembros deberán crear organismos independientes que actúen como intermediarios y gestionen las reclamaciones de deudas, asegurando el cumplimiento del reglamento y aplicando sanciones cuando sea necesario.
Implementación del Reglamento
Una vez aprobada, la nueva norma será aplicable un año después de su entrada en vigor, permitiendo a las partes pertinentes tomar las medidas necesarias para cumplir con las nuevas exigencias. Las transacciones comerciales realizadas después de la fecha de aplicación del Reglamento estarán sujetas a sus disposiciones, incluso si el contrato se firmó antes de esa fecha.
En resumen
El Parlamento Europeo ha dado un paso crucial hacia la regulación de la morosidad en la UE, con un reglamento que promete reducir los plazos de pago y proteger a las pymes de las prácticas de pago dilatadas. La normativa incluye plazos específicos, recargos obligatorios y medidas de supervisión para garantizar su cumplimiento, proporcionando así un marco más justo y eficiente para las transacciones comerciales en la Unión Europea.
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