Las rondas de financiación para emprendedores: hazte con los necesarios recursos financieros en tu startup
La búsqueda de recursos financieros es una de las principales preocupaciones de las llamadas startups o empresas emergentes. Alinear las necesidades y expectativas de emprendedores e inversores es clave para conseguir el éxito en este proceso.
A menudo, las empresas emergentes desconocen las diferentes fuentes de financiación existentes. Saber cómo son, sus características y cuál es la que mejor se adapta a su proyecto empresarial en cada momento puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el mercado.
En los últimos años, la forma de financiación preferida entre emprendedores y startups es la ronda de financiación, esto es, el proceso por el cual tu empresa conseguirá dinero gracias a la participación de inversores.
¿Qué es una ronda de financiación?
En una ronda de financiación diferentes inversores aportan dinero a un proyecto con el objetivo de impulsarlo y recibir, posteriormente, una rentabilidad en función del capital invertido. En otras palabras, la empresa recibe una cantidad de dinero a cambio de ceder un porcentaje de su capital social.
Captar inversión es necesario en cualquier negocio, pero el concepto de ronda de financiación se utiliza fundamentalmente, en relación a empresas con un producto disruptivo e innovador y con planes de crecimiento acelerado.
Este tipo de financiación surge como una alternativa a la obtenida en los bancos. Un inversor que aporta dinero o capital a la empresa apuesta por su crecimiento y escalabilidad, confiando en que a largo plazo obtendrá beneficios, y recuperar su dinero.
Las rondas de financiación sirven, por tanto, para poner en contacto a empresas de alto potencial con los inversores especializados. En este sentido, sirven para impulsar los proyectos y apuntalar un crecimiento constante mientras “el negocio” se consolida y atrae consumo.
Por su propia naturaleza y modelo de crecimiento, las startups y scaleups no se limitan a captar liquidez de los inversores o a obtener un préstamo para empresas de nueva creación una única vez. De hecho, el número de veces que este tipo de compañías vuelve al mercado para obtener más capital ha ido creciendo en los últimos años.
¿Cuál es el ciclo de financiación de una startup?
Las necesidades económicas de una persona cambian en las distintas etapas de su vida y, del mismo modo, cambian también en la trayectoria de las empresas. Según el momento de desarrollo del proyecto las necesidades de financiación suelen ser las siguientes:
Ciclo 1: Semilla.
Corresponden con el momento en el que el emprendedor da forma a su idea, pero aún no tiene definido un plan de negocio para llevarla a cabo. Las principales fuentes de financiación provienen de los propios emprendedores y su entorno. Lo que en inglés se llaman las 3 efes: FFF family, friends and fools, que significa familia, amigos y locos o atrevidos. Es el dinero que sale de los bolsillos de los propios fundadores y personas más cercanas, que deciden apoyar el proyecto.
El capital semilla es el necesario para dar los primeros pasos en el mercado.
Es el momento en el que más riesgo existe, pues aún no sabemos si la idea es viable o no, ¿Cómo responderá el mercado?, ¿Cómo funcionará el plan de negocio y el plan de marketing? Sin embargo, también es el punto en el que se obtendría mayor rentabilidad, en el caso de que finalmente el proyecto cumpla con las expectativas.
Una vez superada la fase preliminar se suman ‘business angels‘ (Inversores particulares que invierten su dinero en compañías emergentes a cambio de una participación en el capital), plataformas de ‘equity crowdfunding‘ (financiación colectiva o mecenazgo) y aceleradoras de startups (organismos que impulsan un rápido desarrollo y crecimiento de la empresa).
Ciclo 2: serie A
A estas rondas se accede cuando aparecen los primeros clientes y los primeros resultados. Aún no se tienen beneficios, pero sí se han obtenido ingresos. ‘Business angels‘ y fondos de ‘venture capital‘ (capital riesgo) especializados en startups son los principales inversores en esta etapa. Estas rondas sirven para financiar el desarrollo del producto, aumentar equipo y potenciar el crecimiento para comenzar a generar ingresos.
Ciclo 3: serie B
El proyecto que busca financiación en este ciclo espera recaudar cantidades importantes que servirán para apuntalar su crecimiento y entrar en una fase de maduración.
Se llega a estas rondas cuando la empresa ya comienza a ser rentable y empieza a consolidar su crecimiento. Van dirigidas a las startups que quieren expandir su negocio incrementar ingresos y captar nuevos usuarios o clientes.
La financiación en esta fase proviene de ‘business angels‘ y fondos de ‘venture capital‘ (capital riesgo) y sirven para poder impulsar el valor de la empresa y la escala del negocio (multiplicar los ingresos).
Ciclo 4: serie C
Corresponde a la fase de maduración de una empresa, cuando la startup ya está consolidada. Las fuentes de financiación provienen de ‘venture capital‘, ‘hedge funds‘ (fondos de inversión que intentan maximizar la rentabilidad sea cual sea la tendencia del mercado) o bancos. Estas rondas sirven para la creación de nuevos productos, adquisiciones o la salida a bolsa.
En definitiva…
En todas las fases de financiación descritas, salvo en la que se rige por la empatía familiar y social, hay que tener en cuenta que nadie invierte en un proyecto que no le asegure, en la medida de lo posible, un buen retorno de esa inversión. Hay que hacer números para demostrar que invertir en tu proyecto es la mejor idea para multiplicar el dinero.
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