Actualmente, el avance tecnológico y la digitalización está creciendo a una alta velocidad. Las compras a través de internet están aumentando considerablemente. Según los últimos datos de comercio electrónico, en España, la facturación del comercio electrónico ha aumentado en el primer trimestre de 2022 un 25,3% interanual, hasta alcanzar los 15.627 millones de euros (CNMCData). Desde la creación del bitcoin, el peso de las criptodivisas ha ido creciendo hasta alcanzar cifras difíciles de imaginar hace una década escasa.
El conjunto de estos factores está consiguiendo que aumente el dinero privado. Pero antes de seguir:
¿Cuál es la diferencia entre dinero privado y dinero público?
Dinero privado
Los bancos comerciales crean dinero, es el saldo que ves en tu extracto bancario, los ahorros que tienes en tu cuenta y el dinero que aparece en tu cuenta bancaria cuando te conceden un préstamo. Pues bien, los pagos que realizas a través de internet son transferencias de dinero privado, ya que utilizas el dinero creado por tu banco. Lo mismo sucede con las criptomonedas.
Dinero público
El dinero público es el efectivo, billetes y monedas, creado por el Banco Central Europeo. Se denomina dinero de banco central o dinero público, puesto que lo emite una institución pública (El banco central) y está respaldado por el sector público. Actualmente, el dinero en efectivo es el único tipo de dinero de banco central disponible para el público.
En respuesta a los cambios tecnológicos que se están produciendo en la sociedad, el año pasado el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo decidió poner en marcha oficialmente un proyecto para preparar la posible emisión de un euro digital. No obstante, la decisión sobre la emisión de un euro digital se adoptará en una fase posterior y, en todo caso, el euro digital sería un complemento del efectivo, no su sustituto. Su objetivo es ofrecer los beneficios del dinero público adaptados a las necesidades actuales de los ciudadanos.
Beneficios del Euro Digital
- La introducción de un euro digital podría apoyar la digitalización y ayudarnos a satisfacer las necesidades y preferencias de pago de todos los ciudadanos. Este aumento de la digitalización también podría contribuir a un crecimiento económico.
- Otro beneficio es que el euro digital aumentaría la resiliencia de nuestra moneda ante los avances tecnológicos no regulados en los sectores bancario y financiero como los criptoactivos y las soluciones de pago alternativas que podrían socavar la estabilidad financiera y que no están respaldados ni gestionados por ninguna entidad central. No tienes garantía de que podrás canjearlos por dinero cuando los necesites.
- Ofrecer un método de pago electrónico que proporcione estabilidad, seguridad y confianza. No tendría ningún riesgo, ni de liquidez, ni de crédito, ni de mercado. Suministrar moneda como bien público es un elemento fundamental de la misión de los bancos centrales.
- Al emitirlo el banco central, que no tiene interés comercial en monetizar los datos de los usuarios, el euro digital contribuiría a proteger la privacidad de las personas frente al uso comercial o a intrusiones injustificadas.
- También aseguraría que los datos personales de los usuarios solo sean accesibles a autoridades legítimas, lo que impediría actividades ilícitas como el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo.
- Un euro digital reduciría los costes de las transacciones y promovería la inclusión financiera
- La energía que consume la infraestructura de liquidación que utiliza el BCE es insignificante en comparación con el consumo de energía y la huella ambiental de criptoactivos como el Bitcoin, que usa más electricidad que Grecia o Portugal.
- Permitiría a los usuarios comprar en cualquier tienda y país de la zona del euro.
Fuente: Banco Central Europeo
¿Cuándo podremos empezar a utilizar el euro digital?
El dinero y los pagos impregnan nuestra vida cotidiana y sostienen la economía. Cualquier cambio que resulte de la innovación tecnológica, si no se ha diseñado adecuadamente, puede dar lugar a disrupciones en nuestros sistemas financieros, economías y sociedades. Es por esto que el desarrollo del Euro digital será un proceso lento. Algunas fuentes señalan que en 2025 ya podría implantarse, pero aún no hay una fecha establecida.