Es innegable el papel fundamental en España de los autónomos y las pymes. Las pequeñas empresas familiares forman el 89% del total de las empresas del país, un total de 1’1 millones. Este total genera 6,58millones de puestos de trabajo y son las responsables de más de la mitad del PIB privado de España, datos del Instituto de la Empresa Familiar.
A pesar de esta tremenda importancia para la economía del país, existen ciertos momentos de peligro para estas empresas que no saben o no tiene la información suficiente para dejar atado todo para el relevo generacional. Sólo el 7,4% de las empresas familiares son de tercera generación, dejando en un escaso 2’6% las empresas de cuarta generación.
¿Por qué es tan importante? Sencillo, muchas veces la mejor forma de «emprender» es encargarse de un negocio que ya existe, por lo que el relevo generacional puede ser un nuevo reto de emprendimiento para las futuras generaciones encargándose del negocio que han levantado sus padres con tanto esfuerzo y dedicación. Sin embargo casi siempre en estas empresas lo más importante es sacar el día a día, vivir el presente, más que planificar el futuro. Muchas veces con miedo a enfrentarse a lo inevitable, la sucesión generacional. Siempre es mejor pensar en lo bueno conocido que en lo futuro por conocer.
Una de las grandes ventajas de anticiparse a los acontecimientos venideros es sin duda la planificación previa, aplicable sin duda al momento del relevo pero también al día a día de una empresa familiar. Casi siempre el punto de enganche de una generación con otra es la fiscalidad, los pilares en los que se sostienen las empresas familiares son amplios y variados y se deben tener en cuenta a la hora de aplicar la sucesión. Cada comunidad autónoma tiene una normativa aplicable sobre Sucesiones y Donaciones. Sin duda los impuestos es algo a tener muy en cuenta por lo que no se puede pasar por alto para poder evitar futuros imprevistos.
Más de la mitad de las empresas familiares no conoce su régimen jurídico fiscal, por lo que si estás pensando en dejar tu empresa a tus hijos, lo primero que debes hacer es documentarte. Además, la ayuda de un asesor fiscal puede ser de gran ayuda para cerrar todos aquellos cabos que puedan quedar sueltos.
Es fundamental tener un plan, pero nadie puede prever el curso de la regulación jurídica sobre la empresa familiar. Por lo que tener una previsión y planificar el futuro de la empresa servirá para poder hacer las cosas más fáciles.
En Moya&Emery nos encargamos al asesoramiento integral de empresas. Si necesitas que te ayudemos a organizar la planificación de tu empresa para una futura sucesión no dudes en ponerte en contacto con nosotros en el 971 72 80 10. También puedes venir a visitarnos a nuestras oficinas en Mallorca.
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