Ayer día 29 de Marzo, el parlamento Británico tuvo una reunión que pasará a la historia. Comenzó el Brexit. Os dejamos la Carta de Theresa May a Donald Tusk traducida al castellano.
Si quieres ver el original puedes hacer click aquí
El 23 de Junio del año pasado, el pueblo de Gran Bretaña votó para abandonar la Unión Europea. Como he dicho otras veces, esta decisión no supone un rechazo a los valores que compartimos con nuestros compañeros Europeos. Tampoco ha sido un intento de dañar a la Unión Europea ni a ninguno de los Estados Miembros. Al contrario, el Reino Unido quiere que Europa que la Unión Europea triunfe y prospere. De hecho, el referéndum fue votado para restablecer, como podemos observar, nuestra autodeterminación nacional. Dejamos la Unión Europea pero no abandonamos Europa, y queremos seguir siendo socios comprometidos y aliados para nuestros amigos de todo el continente.
A principios de este mes, el Parlamento Británico confirmó el resultado del referéndum con una clara y convincente votación de la mayoría en ambos partidos como propuesta de ley para la Unión Europea. La propuesta fue aprobada en el Parlamento el 13 de marzo y recibió el consentimiento de Su Majestad la Reina para convertirse en una Ley del Parlamento el 16 de Marzo.
Hoy, por lo tanto, escribo para formalizar la decisión democrática del pueblo Británico. Comunico al Consejo Europeo, de acuerdo con el Artículo 50, apartado dos, del tratado de la Unión Europea, de la intención del Reino Unido de retirarse de la Unión Europea. Además, de acuerdo con el mismo Artículo 50, apartado dos, se aplica por el Artículo 106a del Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica, comunico al Consejo Europeo de la intención del Reino unido de retirarse de la Comunidad Europea de la Energía Atómica. Por lo tanto, las referencias citadas en esta carta a la Unión Europea deberán incluirse en una referencia a la Comunidad Europea de la Energía Atómica.
Esta carta expone el enfoque del Gobierno de Su Majestad a las conversaciones que hemos mantenido sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea y sobre la profunda y especial hermandad que esperamos disfrutar – como un amigo cercano y vecino – con la Unión europea una vez nos hayamos marchado. Creemos que estos objetivos están no sólo en los intereses del Reino Unido, si no también en los del a Unión europea y el mundo entero.
Está en el interés común del Reino Unido y de la Unión Europea que usemos el próximo proceso para lograr estos objetivos de una forma justa y ordenada y con la menor perturbación que sea posible para cada una de las partes. Queremos asegurarnos que Europa sigo siendo fuerte y próspera, capaz de proyectar sus valores, de liderar en el mundo, y de defenderse por si misma de las amenazas a la seguridad. Queremos que el Reino Unido, a través de una nueva asociación especial y profunda con la Unión europea, desempeñe este papel de forma plena para conseguir estos objetivos. Por lo tanto, creemos que es necesario acordar los término para nuestra futura asociación junto con los de nuestra retirada de la Unión Europea.
El Gobierno quiere abordar nuestras conversaciones con ambición, dando a los ciudadanos y empresas del Reino Unido y de la Unión Europea – y también a terceros países de alrededor del mundo – tanta certeza como sea posible, tan pronto como sea posible.
Me gustaría proponer algunos principios que puedan ayudar a dar forma a próximas conversaciones, pero antes de hacerlo, debo ponerlos al día con el proceso que vamos a realizar en nuestra casa, Reino Unido.
El proceso en el Reino Unido
Como ya he anunciado, El Gobierno presentará una legislación que derogará la Ley del Parlamento – Ley de Comunidades Europeas de 1972 – que dará paso a la legislación de la UE en nuestro país. En la medida es que esto sea práctico y apropiado, realmente transformará el continente del actual Derecho de la Unión Europea (el «acquis«) en el Derecho del Reino Unido. Esto significará una certeza para los ciudadanos del Reino Unido y para cualquiera de la Unión Europea que genere negocio en el Reino Unido. El Gobierno consultará en cómo tendremos que diseñar e implementar esta legislación, y lo publicaremos mañana en el White Paper. También queremos presentar varias piezas legislativas que aborden cuestiones específicas relacionadas con nuestra salida de la Unión Europea, con el fin de garantizar la continuidad y la seguridad, particularmente para las empresas. Por supuesto, continuaremos cumpliendo nuestra responsabilidades como miembros de la Unión Europea hasta que la legislación que proponemos no entre en vigor y sea el momento de marcharnos.
Desde el principio y durante nuestras conversaciones, deberemos negociar como un Reino Unido, teniendo en debidamente en cuenta los intereses específicos de cada nación y región del Reino Unido que somos. Cuando se trate de la devolución de competencias del Reino Unido, se deberán consultar plenamente las competencias que deberían residir en Westminster y las que deberían transferirse a Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Pero es el deseo del Gobierno que el resultado de este procesó aumentará significativamente en el poder de decisión de cada una de las administraciones.
Negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea
El Reino Unido quiere acordar con la Unión Europea una profunda y especial asociación que asuma la cooperación económica y la cooperación en la seguridad. Para conseguirlo, creemos que es necesario acordar los términos de nuestra futura asociación junto con los de nuestra retirada de la UE.
Si, sin embargo, salimos de la Unión Europea sin llegar a un acuerdo, la posición por defecto que tendríamos que negociaríamos sería en términos de la Organización Mundial de Comercio. En términos de seguridad en caso de que no llegáramos a un acuerdo supondría una debilitación en nuestra cooperación en la lucha contra el el crimen y el terrorismo. En este tipo de escenarios, tanto el Reino Unido como la Unión Europea harían frente al cambio, por supuesto, pero este no es el resultado que ambas partes debemos buscar. Debemos, por lo tanto, trabajar duro para evitar este resultado.
Es por este motivo que queremos hacer posible un acuerdo para llegar a una asociación especial y profunda, teniendo en cuenta la cooperación económica y la cooperación para la seguridad, pero también porque queremos forma en contribuir en que Europa siga siendo fuerte y próspera y capaz de liderar el mundo, proyectado sus valores y defendiéndolos de amenazas a la seguridad. Y queremos que el Reino Unido desempeñe plenamente su papel en la realización de esta misión para nuestro continente.
Principios propuestos para nuestras negociaciones
Mirando hacia nuestras futuras conversaciones que empezaremos en breve, me gustaría sugerir algunos principios sobre los que podríamos estar de acuerdo para ayudar a asegurar que el proceso sea lo más fluido y exitoso posible.
Debemos siempre comprometernos constructivamente, en el espíritu de la cooperación sincera. Desde que me convertí en Primer Ministro del Reino Unido, los he estado escuchando atentamente, mis compañeros jefes del Gobierno y presidentes de la Comisión Europea y del Parlamento. Es por eso que el Renio Unido no busca una adhesión al mercado único: entendemos y respetamos su posición sobre las cuatro libertades del mercado único como indivisible y que no cabe la «supresión de pruebas». También entendemos que habrá consecuencias para el Reino Unido por dejar a la UE: sabemos que perderemos influencia sobres la normativa que afecta a la economía europea. También sabemos que las compañías del Reino Unido deberán adaptarse a la normativa acordada por las instituciones de las que ya no formaremos parte, igual que las empresas del Reino Unido en otros mercados de ultramar.
Debemos siempre poner a nuestros ciudadanos en primer lugar. Es obvia la complejidad en las negociaciones que estamos a punto de empezar, pero debemos recordar que en el corazón de nuestras conversaciones están los intereses de todos nuestros ciudadanos. Hay, por ejemplo, muchos ciudadanos de los restantes Estados Miembro que viven en el Reino Unido y ciudadanos del Reino Unido que viven en lugares de la Unión Europea, y debemos de tratar de llegar a un pronto acuerdo con motivo de sus derechos.
Debemos trabajar para lograr un acuerdo global. Queremos llegar a un acuerdo especial y profundo entre el Reino Unido y la UE, teniendo en cuenta la cooperación económica y la cooperación en la seguridad. Debemos discutir como determinamos una solución equitativa para los derechos y obligaciones del Reino Unido como Estado Miembro de la salida, de acuerdo con la ley y con el espíritu de la asociación continua del Reino Unido con la UE. Pero creemos que es necesario llegar a un acuerdo sobre los términos de nuestra futura asociación junto con los de nuestra retirada de la UE.
Debemos trabajar juntos para minimizar la interrupción y dar tanta certeza como sea posible. Los inversores, las empresas y los ciudadanos del Reino Unido como de los otros 27 Estados Miebro – y de terceros países alrededor del mundo – desean que sea posible tener una planificación. Con el fin de evitar que se encuentren al borde del abismo en el paso de nuestra relación actual a nuestra futura asociación, los ciudadanos y empresas del Reino Unido y la UE podrán beneficiarse de los periodos de implantación para adecuarse de manera progresiva y ordenada a los nuevos arreglos. Esto debería ayudar a ambas partes a minimizar la interrupción innecesaria si estamos de acuerdo con esta propuesta desde el principio del proceso.
En particular, debemos prestar atención a la relación única del Reino Unido con la República de Irlanda y su importancia en el proceso de paz en Irlanda del Norte. La República de Irlanda es el único Estado Miembro con frontera terrestre con el Reino Unido. Queremos evitar volver a tener una dura frontera entre nuestros dos países, por lo que será necesario mantener el acuerdo de Área Común de Viaje entre nosotros, y asegurarnos que la retirada del Reino Unido de la UE no perjudique a la República de Irlanda. También tenemos una importante responsabilidad de asegurarnos que no se haga nada para poner en peligro el proceso de paz en Irlanda del Norte y para seguir respaldando el Acuerdo de Belfast.
Debemos iniciar detalladas conversaciones técnicas sobre las áreas políticas lo antes posible, pero debemos priorizar ahora los desafíos más grandes. Acordar un enfoque de alto nivel en las cuestiones derivadas de nuestra retirada será, por supuesto, una prioridad. Pero también proponemos un ambicioso y audaz Tratado de Libre comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea. Esto debería tener mayor alcance y ambición que cualquier otro acuerdo, ya que abarca los sectores cruciales para nuestras economías vinculadas, tales como los servicios financieros y la red industrial. Esto requerirá detalladas conversaciones técnicas, pero como el Reino Unido es un Estado Miembro de la UE actual, ambas partes tenemos marcos normativos y estándares que ya coincide. Por lo tanto, debemos priorizar cómo manejar la evolución de los marcos regulatorios para mantener un entorno de comercio justo y abierto, y cómo resolveremos las disputas. En lo que se refiere al alcance de nuestra asociación – sobre la economía y la seguridad – mis funcionarios presentarán propuestas detalladas para una cooperación amplia, profunda y dinámica.
Debemos seguir trabajando juntos para avanzar y proteger nuestros compartidos Valores Europeos. Quizás ahora más que nunca, el mundo necesita los valores liberales y democráticos de Europa. Queremos desempeñar nuestra parte para asegurarnos que Europa siga siento fuerte y próspera y sea capaz de liderar el mundo, proyectando sus valores y defendiéndose de las amenazas a la seguridad.
La tarea que tenemos ante nosotros
Como ya he comentado, el Gobierno del Reino Unido quiere llegar a un acuerdo sobre especial y profunda asociación entre el Reino Unido y la UE, que incluya tanto la cooperación económica como la cooperación en materia de seguridad. En un momento en el que el crecimiento del comercio munida está desacelerando y hay señales de que los instintos proteccionistas están aumento en muchas partes del mundo, Europa tiene la responsabilidad de defender el libre comercio en por el interés de todos nuestros ciudadanos. Asimismo, la seguridad europea es más frágil hoy que en cualquier momento de la Guerra Fría. El debilitamiento de nuestra cooperación para la prosperidad y la protección de nuestros ciudadanos sería un caro error. Los objetivos del Reino Unido para nuestra futura asociación siguen siendo los que se establecieron en mi discurso en la Cámara de Lancasater el 17 de Enero y su publicación en el White Paper el 2 de Febrero.
Reconocemos que será un reto llegar a un acuerdo tan amplio en el plazo de dos años establecido para las negociaciones de retirada en el Tratado. Pero creemos que es necesario acordar los términos de nuestra futura asociación junto con los de nuestra retirada de la UE. Comenzamos desde una posición única en estas negociaciones – estrecha alineación normativa, confianza en las instituciones de los otros y un espíritu de cooperación que se remonta a décadas atrás. Es por estos motivos, y porque la futura asociación entre el Reino Unido y la UE es tan importante para ambos, que estoy segura que llegaremos a un acuerdo en el periodo establecido en el Tratado.
La tarea que tenemos ante nosotros es trascendental, pero no debe estar por encima de nosotros. Después de todo, las instituciones y líderes de la Unión Europea han logrado reunir un continente marchitado por la guerra en una unión de naciones pacíficas, y han apoyado la transición de las dictaduras por la democracia. Juntos, se qué es posible llegar a un acuerdo sobre los derechos y obligaciones del Reino unido como miembro de parida, a la vez que establecemos una asociación especial y profunda que contribuye a la prosperidad, la seguridad y el poder global de nuestro continente.