Esta semana pasada estaba hecha para coger puente. Entre un día sí y otro no era muy fácil caer en la tentación de coger algún día libre y alargar las fiestas. Sin embargo, no podemos olvidar que estamos en diciembre, y la navidad se acerca por lo que alternativas como Blablacar o Airbnb son perfectas para salir de vacaciones sin tener que gastarse mucho dinero.
Sin embargo, aunque estas opciones tienen la ventaja de ser baratas y conocer gente, también existe «el lado oscuro» de la empresa, y normalmente nos paramos a pensar en él cuando nos pasa algún imprevisto. Muchos de los usuarios de este tipo de empresas de economía colaborativa no saben muy bien a quién dirigirse en caso de que te chafen las vacaciones y no se cumplan las expectativas del servicio ofrecido al servicio prestado.
Es muy común que nos encontremos en la situación de reclamaciones al sector turístico en cada periodo vacacional, y como no podía ser de otra forma, puede que este puente «haya salido rana» y haberse truncado por retrasos en los viajes, hoteles que no cumplen las expectativas, huelgas en el aeropuerto,… Como esto se ha convertido en algo muy común, los usuarios sueles saber como reclamar a las compañías que les han estropeado sus vacaciones. Sin embargo, ¿qué hacer cuando no hemos contactado con los medios convencionales para nuestro viaje? Para evitar problemas legales es importante tener en cuenta ciertos aspectos fundamentales a la hora de recurrir a la economía colaborativa.
COMPARADORES DE HOTELES.
Todos conocemos las ventajas de utilizar los comparadores de hoteles, nos ofrecen varias ofertas al mejor precio para una misma habitación. Pero el problema viene cuando no estamos satisfechos. En este caso tenemos dos opciones, utilizar un comparador que sólo muestren las posibilidades y después redirijan al proveedor o bien que se encarguen de hacer todas las gestiones. En el primer supuesto si tenemos que hacer una reclamación tendrá que hacerse directamente al hotel. En el segundo, aunque en sus condiciones del servicio indiquen que se eximen de responsabilidad, se podrá reclamar tanto a la plataforma como al hotel en cuestión.
ALOJAMIENTOS.
Quizás la más conocida sea Airbnb pero existen muchas alternativas de alquilar una habitación o vivienda a particulares, incluso algunas plataformas facilitan el intercambio de residencia. En este caso, la responsabilidad de la plataforma tendrá la mismas condiciones que los comparadores de hoteles. Pero además tenemos que tener en cuenta otros aspectos legales que vendrán de la mano de la persona que pone su casa o una parte de ella en alquiler, ya que cada comunidad autónoma cuenta con una legislación diferente en lo que corresponde a la vivienda de uso turístico y exigen distintos requisitos.
COMPARTIR COCHE.
Por último hablaremos de quizás la más utilizada, Blablacar, una empresa que ofrece transporte por el encuentro entre conductores y pasajeros. Si la persona que comparte el transporte lo hace para compartir gastos (sin ánimo de lucro) no se estará realizando una actividad profesional, por lo que no se le puede aplicar la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre ni se le pueden exigir los trámites administrativos y fiscales de un conductor profesional. El caso de Uber es diferente, ya que se aparan bajo el paraguas de la economía colaborativa y sí que tienen ánimo de lucro. En este caso, todavía no hay nada claro sobre el tema, y las dudas que surgen alrededor se resolverán cuando el Tribunal de la Justicia de la UE se decida sobre la legislación que se debe aplicar.
En Moya&Emery nos encargamos de casos de reclamaciones de consumo y conocemos los derechos de los consumidores. Si necesitas asesoramiento sobre como reclamar a alguna de estas compañías asociadas a la economía colaborativa o si bien quieres reclamar a otra empresa que te haya fastidiado el puente puedes ponerte en contacto con nosotros en el 971 72 80 10. También puedes venir a visitarnos a nuestras oficinas en Mallorca.
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